Aumenta el Alzheimer: la importancia de la detección precoz

Si te parece que cada vez oyes hablar de más personas diagnosticadas de demencia, no eres el único. La Asociación de Alzheimer informó de que, en 2023, California tenía la mayor incidencia de enfermedad de Alzheimer (EA) del país, con un 12% de la población mayor de 65 años diagnosticada. La edad es el mayor factor de riesgo para desarrollar EA, y con una población que envejece, la incidencia aumenta a medida que la gente vive más años. La enfermedad es ahora la quinta causa principal de muerte en California, habiendo aumentado un 282,7% de 2000 a 2021, a un ritmo muy superior al de otras causas principales de muerte.

Demencia es un término genérico utilizado para describir una serie de enfermedades neurológicas que afectan al cerebro y que empeoran con el tiempo. En realidad hay más de 100 formas de demencia, siendo la más conocida la Enfermedad de Alzheimer. Otros tipos son la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.

Las investigaciones sugieren que los cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer empiezan al menos 10 años antes de que aparezcan los problemas de memoria y pensamiento. Cuanto antes se haga el diagnóstico, antes podrán realizarse intervenciones, como medicamentos y modificaciones del estilo de vida, para ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad. Si tú o un ser querido presentáis alguno de estos síntomas como patrón durante un periodo de tiempo, consulta a tu médico para una evaluación.

10 signos y síntomas precoces del Alzheimer y la demencia

Pérdida de memoria que perturba la vida cotidiana. Un cambio de memoria típico relacionado con la edad es olvidar ocasionalmente nombres o citas, pero recordarlos más tarde. Un signo frecuente de la enfermedad de Alzheimer, sobre todo en las primeras fases, es olvidar información aprendida recientemente.

Cambios en el estado de ánimo y la personalidad. El aumento de la confusión, la desconfianza, la depresión, el miedo o la ansiedad puede ser una señal. Los individuos pueden alterarse más fácilmente en casa, en el trabajo, con los amigos o en lugares en los que están fuera de su zona de confort.

Extraviar cosas y perder la capacidad de volver sobre los pasos. Poner las cosas en lugares inusuales y ser incapaz de encontrarlas es un signo de pérdida de memoria. A veces, las personas pueden acusar a otras de robar, un comportamiento que aumenta en frecuencia con el tiempo.

Desafíos en la planificación o resolución de problemas. Cometer errores ocasionales, como cuadrar la chequera, no es infrecuente. Si una persona experimenta cambios en la capacidad para seguir un plan o trabajar con números, o tiene dificultades para concentrarse y completar una tarea, puede ser motivo de preocupación.

Dificultad para completar tareas familiares. Las personas con Alzheimer suelen tener dificultades para realizar las tareas cotidianas. Pueden tener problemas para conducir hasta un lugar conocido, gestionar un presupuesto o recordar las reglas de un juego familiar.

Confusión con el tiempo o el lugar. Perder la noción de las fechas, las estaciones y el paso del tiempo es otro indicio. A veces, las personas con Alzheimer pueden olvidar dónde están o cómo han llegado hasta allí.

Problemas para comprender imágenes visuales y relaciones espaciales. Para algunos, los problemas de visión pueden ser un signo de Alzheimer. Pueden tener dificultades para leer, juzgar la distancia y determinar el color o el contraste, lo que puede causar problemas para conducir.

Nuevos problemas con las palabras al hablar o escribir. Las personas con Alzheimer pueden tener problemas para seguir o participar en una conversación. Pueden tener dificultades con el vocabulario, problemas para encontrar la palabra adecuada o llamar a las cosas por el nombre equivocado (como llamar a un «reloj» «reloj de manecillas»).

Disminución o falta de juicio. Las personas con Alzheimer pueden tener poco juicio cuando manejan dinero. También pueden prestar menos atención al aseo y la limpieza personal.

Retirada del trabajo o de las actividades sociales. Algunos individuos evitan ser sociales debido a los cambios que están experimentando, retrayéndose de proyectos de trabajo, aficiones y deportes.

Reduce el riesgo

Algunos factores de riesgo, como la edad, no pueden controlarse cuando se trata de desarrollar demencia, y actualmente no hay formas probadas de prevenir la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas. Pero hay pasos que puedes dar para ayudar a reducir el riesgo. Entre ellas figuran:

  • Controla la hipertensión arterial.
  • Controla el azúcar en sangre.
  • Mantén un peso saludable.
  • Sigue una dieta sana.
  • Mantente físicamente activo.
  • Mantente mentalmente activo.
  • Mantente en contacto con familiares y amigos.
  • Trata los problemas de audición.
  • Cuida tu salud mental y física.
  • Duerme bien.
  • Bebe menos alcohol.
  • Deja de consumir tabaco.

Aunque no existe cura para la EA, hay opciones farmacológicas y no farmacológicas que pueden cambiar la progresión de la enfermedad y ayudar a tratar los síntomas. Conocer las opciones disponibles puede ayudar a las personas que padecen la enfermedad y a sus cuidadores a hacer frente a los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Para más información, visita la Asociación de Alzheimer. O llama a tu médico si estás preocupado por ti o por un ser querido.

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